Julio Boltvinik: Economía moral
- Finanzas
- agosto 1, 2025
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¿Es posible una teoría económica crítica? Libro de Márkus et al. critica El Capital de Marx y pone en duda la viabilidad del comunismo (19a entrega)
C
oncluí la entrega anterior narrando la afirmación de los coautores de How is Critical Economic Theory Possible? (HCETP) de que el único escenario en que la premisa de la teoría del valor trabajo (TVTr) sobre la escasez del Tr y la abundancia de los demás medios se puede hacer realidad es en el nivel superior de socialismo, que es una sociedad de la abundancia, lo cual, según ellos, si bien no es en principio inconcebible, es una situación límite y no una condición general. Especifican que en esta situación límite, de capacidades productivas ilimitadas, la fuerza de trabajo (FT) podría poner todas las fuerzas naturales a su servicio en el mismo momento. Pero la TVTr así formulada sería inútil, pues la sociedad nunca distribuye todos los recursos en principio utilizables entre sus metas de Pr; sólo administra los recursos utilizables en un punto del tiempo, lo que requiere optimización basada en qué tan escasos o abundantes son estos recursos en ese punto temporal y no en cuánto podrían expandirse con el uso de todos los recursos naturales, concediendo tiempo infinito para su transformación en medios de producción utilizables. En una economía dinámica, añaden, en la cual las necesidades (N) sociales y el sistema de fuerzas productivas están en transformación continua, es normal que la escasez de ciertos factores cambie de tiempo en tiempo; es posible que en cierto momento el Tr sea más escaso que algunos medios y después éstos se vuelvan más escasos que aquél. Por esta razón, darle prioridad estricta a uno de los factores de producción nos aleja de la explicación de los procesos económicos como realmente son y del establecimiento de reglas generales de una economía que funcione racionalmente. Por tanto, cuando la vasta mayoría de los recursos está disponible en montos limitados, es inconveniente atenerse a las máximas prácticas de una teoría que sólo trata a un factor como escaso. La sustitución del Tr por medios de producción es sólo costo eficiente en el caso especial cuando la diferencia entre Tr vivo y Tr muerto hace posible el logro de al menos tantas tareas apreciadas como a las que la sociedad renunció mediante el gasto de los medios dados. Así, puede ser muy razonable no sustituir Tr con equipo, sino equipo con Tr y mostrar preferencia por innovaciones técnicas que ahorren medios distintos que el Tr. En estos casos, seguir las prescripciones de la TVTr alejaría a la sociedad de la solución económica óptima. Cuando los recursos son escasos, la tarea económica misma (distribuir los recursos limitados entre las varias metas sociales) vincula inextricablemente las condiciones sociales y naturales de la satisfacción de N. La separación de la relación natural entre hombres y cosas
de la relación social entre hombre y hombre
supone la abundancia perfecta. Incluso si eso pudiera realizarse, no se llegaría a una forma general de lo que hacen los sistemas económicos históricos –distribuir los recursos escasos–, sino que se eliminaría esta tarea al hacerla superflua. De aquí concluyen que el contraste entre socialismo (SCL) y capitalismo (CPL) que Marx (Mx) identifica en su filosofía de la historia se sitúa en una terminología falaz, utópica. Ninguna economía SCL puede eliminar totalmente la reificación ni construir garantías institucionales que excluyan la posibilidad de la alienación.
Si concluimos que Mx quiere lograr demasiado al introducir una cuña categórica entre SCL y CPL, entonces la reconciliación entre SCL y el mercado deja de parecer absurda/contradictoria. En tanto persista la escasez, junto con la división del Tr y la especialización, lo que una revolución social puede lograr es un orden institucional que nos permita combatir las tendencias a la alienación y haga accesible ese orden a la crítica teórica y la práctica continua. Visto así, la eliminación del mercado no llevaría a superar la reificación y la alienación; por el contrario, minaría la organización racional de la economía y frenaría el desarrollo libre y la satisfacción de las N humanas. El debilitamiento del contraste teórico no sólo significa mayor realismo. Las probabilidades de realizar los propósitos del movimiento SCL aumentan, pero también el riesgo de que los propósitos pierdan su radicalismo original. Aunque tal debilitamiento del contraste hace la teoría SCL inmune a las muy dañinas objeciones a la teoría marxiana, que promete la eliminación total de la reificación y la alienación, la hace más vulnerable a otro tipo de objeción, pues inevitablemente origina otra pregunta: así transformado el proyecto, ¿tiene todavía alguna relación con los propósitos específicos del marxismo? Al suavizar la oposición entre SCL y CPL, ¿no estamos abandonando las intenciones mismas de una teoría económica crítica? Si nos desistimos del punto de vista del SCL como un mundo perfectamente nuevo en su estructura económica, ¿podemos seguir hablando de una sociedad SCL a la par con el radicalismo anticapitalista del marxismo? ¿Tenemos todavía en nuestro horizonte una visión de la sociedad SCL que vaya más allá de reformas internas del CPL? Concluye así el capítulo 5 de HCEPT, denominado Escasez y abundancia
, y empieza lo que podría llamarse la segunda parte del libro con el capítulo 6, titulado ¿Es posible del todo la teoría económica crítica?
Esta pregunta se complementa con la planteada como título del capítulo 8 y último del libro: ¿Es posible realizar la Asociación de Productores Libres?
Veamos cómo comienza esta segunda parte del libro. Lo hace coherentemente al recapitular: Las investigaciones precedentes buscaron mostrar que los conflictos internos actuales de la teoría económica marxista no pueden superarse sin abordar sus conceptos más básicos y cómo se relacionan al verse conjuntamente
. Dicen los coautores que empiezan su trabajo con el análisis de un único concepto, el de valor de uso (VU), con la expectativa de que llegarían a los mismos resultados, sin importar de cuál extremo empezarán a desembrollar el sistema marxista de pensamiento. Las antinomias del VU los llevaron a discutir la caracterización marxiana de la economía SCL en términos de filosofía de la historia, en contraste con los sistemas anteriores al SCL, y de ahí saltaron a los problemas operacionales más generales de la economía SCL como la concibió Mx. Pero se preguntan si es incoherente el camino escogido que los llevó a la conclusión de que la noción de una economía centralizada de TTr es inviable. Pero añaden que las conclusiones adicionales que de aquí derivan son mucho menos claras y abren preguntas de si el camino adoptado pudo estar mal orientado. Las objeciones que se pueden hacer al respecto las abordaré en las próximas entregas.