La película en NETFLIX de casi 2 horas declarada como una obra de arte y basada en hechos reales
- Entretenimiento
- julio 25, 2025
- No Comment
- 29
En medio del verano, cuando muchos sueñan con la costa o recuerdan las vacaciones, hay historias que nos conectan con un mar más profundo.. Si estás buscando qué ver en estos días, en Netflix hay una película de casi 2 horas que ha sido declarada una obra de arte, no solo por su belleza visual y narrativa, sino por tocar una herida histórica desde la empatía; además, está basada en hechos reales.
Se trata de El maestro que prometió el mar, una película española en Netflix que ha emocionado a miles de espectadores y que estuvo nominada a cinco Premios Goya. Dirigida por Patricia Font y con guion de Albert Val, la historia se inspira en la vida real del profesor Antoni Benaiges, quien en los años 30 llegó a un pequeño pueblo de Burgos con una visión educativa adelantada a su tiempo.
Más allá de ser una película basada en hechos reales, su fuerza radica en cómo conecta dos tiempos: el pasado de Benaiges y el presente de Laia Costa, quien interpreta a una mujer que investiga la historia del maestro mientras busca los restos de su abuelo, que fue uno de sus alumnos. Es un relato que habla de educación, libertad, memoria y pérdida, todo desde una narrativa sensible, donde la historia no solo se cuenta, se siente.
La interpretación de Enric Auquer en el papel del maestro es uno de los puntos más destacados del filme. Con una actuación profunda y emotiva, logra dar vida a un personaje lleno de humanidad, convicción y ternura. Su trabajo eleva la cinta a un nivel superior, haciendo que el espectador conecte con el drama sin perder de vista la belleza de lo cotidiano. Es, como dicen muchos críticos, una de esas películas tristes, pero hermosas, que conmueven y dejan huella.
En definitiva, El maestro que prometió el mar es una película en Netflix de casi 2 horas que merece estar en tu lista de qué ver. No solo es una verdadera obra de arte basada en hechos reales, sino también una invitación a mirar al pasado con respeto, empatía y la certeza de que recordar también es una forma de sanar.