Papa León XIV: La desconocida historia sobre los orígenes de Robert Prevost que lo unen a Cuba

Una reciente investigación ha revelado la desconocida historia sobre los orígenes del Papa León XIV, nacido como Robert Prevost, que sorprendentemente lo unen a Cuba. Aunque el nuevo pontífice nació en Chicago y desarrolló gran parte de su vida religiosa en Perú y Europa, su árbol genealógico conecta directamente con la isla caribeña, específicamente con La Habana del siglo XVIII. 

El hallazgo principal gira en torno a Manuel José Ramos, un antepasado directo de Robert Prevost nacido en La Habana en 1760. Esta figura clave emigró a Nueva Orleans siendo aún joven, y sus padres, Vicente Ignacio Ramos y María Bastos, también eran originarios de la capital cubana. Estos datos fueron confirmados por registros históricos revisados por genealogistas europeos y latinoamericanos, que se sorprendieron al hallar vínculos con la historia colonial cubana.

Otra línea de ascendencia refuerza este lazo, Jacques Martínez, tatarabuelo del Papa, vivió en Cuba y tuvo un hijo con Marguerite Cadeneth. La partida de defunción de ese hijo confirma el nacimiento de ambos padres en la isla. Esto sugiere que varias ramas de la familia Prevost pasaron por el Caribe antes de establecerse definitivamente en Estados Unidos, particularmente en la ciudad de Nueva Orleans.

Además de las raíces genealógicas, el propio Robert Prevost tuvo contacto personal con la isla antes de convertirse en el ahora Papa León XIV. Visitó Cuba en 2008 y 2011 como parte de su labor religiosa, recorriendo varias provincias y siendo recibido con afecto por comunidades humildes. Su paso por lugares como Ciego de Ávila y Las Tunas quedó grabado en la memoria de los fieles, quienes lo recuerdan por su cercanía y sencillez.

Esta combinación de raíces cubanas, formación latinoamericana y misión internacional construye una figura única, un Papa León XIV con una historia desconocida que lo conecta con múltiples culturas. Los vínculos que lo unen a Cuba no solo están en su linaje, sino también en su experiencia espiritual y pastoral. Para muchos, este origen compartido puede representar un puente simbólico entre la isla caribeña y el Vaticano.