Papa León XIV: Quién fue Mildred Martínez, madre de Robert Prevost que marcó el rumbo de su vida

Antes de ser conocido como el Papa León XIV, Robert Prevost fue un joven profundamente marcado por la fe y los valores transmitidos por su madre, Mildred Martínez. Ella fue mucho más que una figura materna, fue la guía espiritual que definió el rumbo de la vida de su hijo. Desde temprana edad, Robert vivió inmerso en un ambiente donde la oración y el compromiso con la Iglesia eran parte del día a día, esto gracias a su mamá. 

Mildred Martínez, conocida como “Millie”, fue la madre que cultivó un hogar lleno de fe y tradición en Dolton, al sur de Chicago. Junto a su esposo Louis Marius Prevost, crió a Robert Prevost en un espacio donde la cultura criolla, el servicio y la vida litúrgica se entrelazaban de forma natural. La vida del ahora Papa León XIV no puede comprenderse sin la huella de su madre.

¿Quién fue Mildred Martínez, madre de Robert Prevost que marcó el rumbo de su vida?

Mildred Martínez, madre de Robert Prevost, nació en Chicago en 1911, en una familia con profundas raíces criollas y católicas. Su entorno, marcado por la diversidad cultural y la fe, forjó en ella una identidad sólida y comprometida, que más tarde influiría decisivamente en el rumbo espiritual de su hijo, futuro Papa León XIV.

A los 34 años, Mildred desafió las normas de su época al ingresar en la Universidad DePaul, donde se graduó en biblioteconomía y obtuvo una maestría en Educación. Como bibliotecaria en instituciones católicas, combinó el saber con el servicio, convirtiéndose en un modelo de compromiso intelectual y religioso para su comunidad.

La vida cotidiana de Mildred fue un testimonio constante de fe. Asistía a misa a diario, limpiaba la iglesia y coordinaba actividades en su parroquia. Según testigos cercanos, como el hermano del Papa León XIV, su ejemplo silencioso pero firme fue decisivo en la formación de Robert Prevost como hombre de Iglesia.

Aunque falleció antes de ver a su hijo convertirse en obispo, el legado de Mildred Martínez perdura. Su influencia como madre y guía marcó el rumbo de la vida de Robert Prevost y dejó una huella imborrable tanto en su familia como en la comunidad católica de Chicago.